Por: Gladys Rodríguez Navarro
LA PAZ, BCS., 25 de mayo.- La gestión de Narciso Agúndez estuvo seriamente cuestionada por diversos organismos civiles, entre ellos el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien ubicó en el último lugar en transparencia.
Según un estudio del IMCO publicado en 2010, BCS consiguió la peor calificación en Gobierno eficiente y eficaz, debido a un “pobre desempeño en inversión del gobierno, eficiencia del gasto público y eficiencia en recaudación”.
De 2008 a 2010, la entidad estuvo en el último lugar en el Índice de información Presupuestal Estatal. Se le calificó como el estado más opaco en transparencia y rendición de cuentas.
La gestión de Agúndez fue criticada también por un millonario endeudamiento público, incluso superior al promedio nacional del país. Otro estudio del IMCO arrojó que al llegar a 2009 –cuarto año de gobierno de Agúndez—el endeudamiento público por habitante del estado se disparó, alcanzando un crecimiento real de 153 por ciento.
El saldo acumulado de la deuda de BCS al cierre de la medición es de 2 mil millones de pesos, respaldada en su totalidad por participaciones federales.
El tema de la transparencia fue el principal reclamo en el pasado proceso electoral que ganó el neopanista Marcos Covarrubias, tras romper con el sol azteca, y a quien se le exigió de inmediato aplicar auditorías ,y se le cuestionó el haber ratificado en el cargo al secretario de Finanzas de Agúndez, José Antonio Ramírez Gómez.
El gobierno de Agúndez fue duramente cuestionado también por sectores de la población, buena parte ambientalistas y académicos, por su apoyo a la inversión privada, en especial en desarrollo inmobiliario y turístico en zonas de playa.
Aunque su ruptura con el sol azteca ocurrió en junio de 2011, el distanciamiento inició casi desde el inicio de su gestión, cuando en 2006 sorprendió a la izquierda al levantar la mano de Felipe Calderón para reconocerlo como presidente de la República, durante el evento “Diálogos con México visión 20-30” celebrado en Sonora.
